«Hay algo que yo sé de ti que quizá tú no sepas de ti mismo. Dentro de ti tienes más recursos de energía de los que nunca has utilizado, más talento del que nunca has aprovechado, más fuerza de la que nunca has puesto a prueba, y más que dar de lo que nunca has dado.»

John Gardner. Lo leí en el libro Fish! de Stephen C. Lundin, Ph.D. Harry Paul y John Christensen.

 Yo no sé vosotros pero yo tengo una ligera tendencia a perder un montón de tiempo en los aeropuertos…. Así que últimamente he decidido rentabilizarlo al máximo. Si tiene tiendas de moda echo un ojo, sino echo un ojo a los chocolates y demás gominolas varias, paso por una tienda Aldeasa y huelo un par de colonias, a la tercera estoy mareada y me dirijo ya a mi parte favorita de mis estancias en los aeropuertos: El kiosco.
Es una costumbre, un vicio que he cogido y me permito, cada vez que tengo que coger un avión me regalo un libro. Ninguno caro; la edición de bolsillo de uno que tenía ganas de leer, ese que ya he leído un montón de veces pero que no tengo, alguno de cocina o uno de esos que tratan sobre «cómo motivar a un equipo», «cómo trabajar y no morir en el intento», y un largo etc. Toqueteo varios, lo pienso y lo repienso y al final salgo del kiosco con mi libro de aeropuerto a cuestas y una sonrisa de oreja a oreja. Me he planteado cambiar la expresión de «más contenta que unas castañuelas» por «tan feliz como con un libro de aeropuerto recién comprado»….
Fish! es un libro de aeropuerto. Trata sobre cómo motivar a un equipo o también cómo motivarse a uno mismo en el trabajo. Tiene muchas reflexiones muy interesantes como esa que os dejo ahí. Seguramente volveré sobre él.

Esta es mi segunda receta de bacalao esta semana santa, bueno, y en el blog en general. La otra es esta de bacalao guisado que publiqué hace unos días.
El sofrito para ambas (o sea, el pimientito y la cebolla de partida) lo hicimos en común para las dos recetas y el bacalao, señor pescado por cierto, también nos dio para las dos preparaciones.
Esta receta me la descubrió mi hermana María y además de volverme loca os la recomiendo 100% si tenéis que llevar el tupper al trabajo. Es una manera de poder comer pescado en el trabajo y disfrutar de un plato de contrastes deliciosos. Yo cuando lo llevo me paso toda la mañana pensando en la hora de la comida… Sí, bien pensado, si sois como yo, igual es mejor que no lo llevéis a la ofi…….

Ingredientes (4 personas):

  • Una cebolla grande o dos medianas.
  • Un pimiento rojo.
  • 2 lomos de bacalao desalado.
  • 1 diente de ajo.
  • 3 tazas de arroz.
  • 1 taza de pasas sin pepitas.
  • aceite de oliva suave.

Ya sabéis que el bacalao hay que desalarlo 48h antes de prepararlo cambiándole el agua 3 veces al día.
Por otro lado cuando nos vayamos a poner a preparar la receta ponemos las pasas a hidratar en agua.

En una cazuela ponemos 4 cucharadas de aceite de oliva suave a fuego medio.
Cuando esté caliente añadimos la cebolla pelada y partida en juliana y el pimiento en tiras o trocitos pequeños. Rehogamos a fuego medio bajo (6 de 9) en mi vitro, hasta que el pimiento esté tierno y la cebolla transparente. Como os comenté abajo, no tengo el paso a paso de pochado de la cebolla y el pimiento porque lo hicimos en común con la receta del bacalao guisado.

Ponemos un cazo donde nos quepa el pescado con agua al fuego. Cuando rompa a hervir echamos el bacalao y lo dejamos 5 minutos. Retiramos del cazo y dejamos enfriar.

Desmigamos el bacalao cuidando que no le queden espinas. La piel podéis escoger dejársela o quitarla, a vuestro gusto. Lo añadimos a las verduras pochadas.

Ponemos a fuego muy bajo las migas de bacalao con las verduras (yo lo dejo al 2 de 9), añadimos las pasas escurridas y lo dejamos 10 minutos más para que se integren bien los sabores.

En otra cacerola ponemos una cucharada de aceite de oliva suave con un diente de ajo pelado y entero. Lo ponemos a fuego medio alto (7 de 9) y cuando el ajo empiece a dorarse echamos el arroz.
Damos unas vueltas y seguidamente echamos el agua caliente (el doble de cantidad que de arroz). Salamos ligeramente y dejamos hacer SIN remover hasta que el agua se haya consumido (es importante que lo preparéis en una tarterita anti adherente).

Podéis servir las migas y el arroz por separado o juntarlo todo, como más os guste. También podéis curraros la presentación un poco más que yo y emplatar una capa de arroz y otra de migas….. Que hambre me está entrando solo de pensarlo….
Os dejo una foto de mis tuppers:

Lo dicho lechones, estoy segura de que a los amantes del bacalao esta receta les va a encantar. A los demás intentaré contentaros con la próxima receta, ya sabéis que nunca llueve a gusto de todos…. O literalmente hablando, nunca llueve…….
Tito al moro!!!

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