¿Sabéis esos días que los que vais a comer a casa de mamá y sabéis que tiene uno de vuestros platos favoritos preparado de comida?
No sé porqué, pero esas mañanas parecen menos duras en el trabajo… se pasa el tiempo más deprisa o estamos de mejor humor…. Eso sí, como por algo al llegar resulte que hubo un cambio de última hora y en realidad hay otra cosa los morros están asegurados……
Algo parecido me pasa cuando el tupper que me traigo al trabajo también es de una de mis comidas favoritas, que como no me gusta nada la manduca imaginaréis que no tengo pocas. Estoy todo el día con el rum rum de «voy a ser la reina del comedor……»
Pues así estaba yo el otro día con mi ración de lasaña de verduras que me había sobrado del fin de semana, feliz como una perdiz.
Resulta que un día, navegando por el mundo gastronómico, youtube me sugirió un video de una italo americana que me gustó bastante, me puse a ver videos suyos y resultó que sus recetas me encantaron. Hace cosas muy muy ricas y que son realmente sencillas. Su blog es Laura in the kitchen, y el vídeo de su receta de lasaña de verdura podéis verlo pinchando aquí.
Esta fue una de las recetas que me fascinó de ella, con lo que me gusta a mi este plato, así que me lo apunté para cuando tuviese un momento.
Así que un día me puse manos a la obra, compré mis verduras favoritas y al lío. Cambié un poco los ingredientes a mi gusto, vosotros podéis hacer lo mismo… Vamos lo que decía mi abuelo; «cada uno con su cada unadas…..»
El resultado fue espectacular. Comimos los dos el día en cuestión, al día siguiente, y me sobró otra ración que tengo en el congelador esperando para alegrarme otro tupper en el trabajo.
Por cierto que la lasaña está más rica si la hacéis, la dejáis preparada y la horneáis y la coméis al día siguiente, nosotros no le dimos tiempo y por eso se desmontaba un poco. Al día siguiente estaba de coña.
Bueno, no me lío más y os dejo con la receta, espero que la disfrutéis tanto como yo 😉

Ingredientes (5 raciones);

  • Un paquete de placas de lasaña fresca (los míos de la marca Rana).
  • 5 cucharadas de salsa de tomate, casera o comprada de vuestra preferencia. Yo hice bastante y la congelé.
  • 750 ml. de salsa bechamel
  • Un manojo de espárragos trigueros.
  • Una cebolla dulce grande.
  • 3 zanahorias hermosas.
  • Media calabaza tipo violín.
  • 300 grs. de champiñones.
  • Una bolsa de 300 grs. de espinacas frescas.
  • Un diente de ajo.
  • AOVE, sal, tomillo y pimienta negra.
La salsa de tomate y la bechamel os recomiendo que las tengáis preparadas del día anterior, por aquello de simplificar el proceso y que no se os suban los enanos……
En el fondo de una olla amplia donde cocinaremos todo el relleno pondremos aceite de oliva virgen extra suave suficiente para cubrir el fondo. Calentamos a fuego medio (6 de 9 en mi cocina).
Cuando coja temperatura echamos la cebolla, la zanahoria y los trigueros cortados en trozos pequeños junto con el diente de ajo cortado pequeñísimo.
Rehogamos unos minutos hasta que la cebolla empiece a ponerse transparente.
Entonces añadimos la calabaza. Salpimentamos y añadimos también el tomillo.
Rehogamos otra vez unos minutos.
Añadimos los champiñones, damos unas vueltas y añadimos las hojas de espinacas lavadas y bien escurridas.

 

Salamos otra vez.

Seguimos rehogando, veremos que suelta un montón de agua. Cuando veáis que no suelta ya más agua retiráis del fuego el relleno y lo ponéis en un colador grande para que suelte todo el agua.
Dejamos escurrir unos 15 minutos (perdón por la foto… ni que llevara 4 güisquis….).
En una fuente amplia donde vayáis a preparar la lasaña ponéis las cucharadas de salsa de tomate en el fondo.
Encima ponemos las placas de lasaña.
Con una espumadera ponemos un tercio del relleno. Añadimos por encima unas cucharadas de salsa bechamel (esto es totalmente a vuestro gusto, a mi me encanta pero podéis no ponérsela, saldrá la lasaña menos cremosa).
Otra vez placas de lasaña, relleno, bechamel (o no) y así una tercera vez en la que terminaremos el relleno.
Tapamos con la última capa de placas de lasaña y echamos por encima salsa bechamel al gusto.
Precalentamos el horno a 200º calor arriba y abajo.
Ponemos el queso que prefiramos (en mi caso me decanté por una mezcla de 4 quesos para gratinar que me gustó mucho) y horneamos a media altura unos 30 minutos hasta que veamos que la superficie está gratinada.

 

Retiramos del horno y dejamos templar 10 minutos.
Y listo para atacar. Como os he comentado al principio podéis congelar la lasaña antes de ir al horno, o una vez horneada y fría, admite las dos posibilidades y congela estupendamente, así que sin miedo.
Poco más os cuento, que espero que la disfrutéis tanto como nosotros, y que «hay que andar, que también anda el Alsa»……
Tito al moro!!

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