Hace ya un tiempo que mi hermana cogió una noche, sin muchas ganas de cocinar, unas hamburguesas en algún sitio. Cuando llegó a casa le dijo a mi sobrino el mayor: «Anda Lucas, siéntate a comer tu hamburguesa». Mi sobrino, que es de muy mal comer (es irónico) se la comió y cuando terminó le dijo a mi hermana: «mamá, quiero otra camburguesa».
Desde aquella de vez en cuando se acuerda y pregunta: «mamá, ¿cuando comemos otra vez camburguesas?».
Y es que mirad que se están poniendo de moda las camburguesas …. sobre todo en su versión mini (no sé si será por aquello de la crisis o que), pero se están convirtiendo en el gintonic del aperitivismo.
Pero tengo que decir que me parece una muy buena moda, porque en primer lugar, un bocado que muchas veces asociabamos a «comida basura» es de todo menos eso, porque son muy sencillas de hacer, porque las puedes hacer en infinidad de tamaños, colores, acompañamientos…. son modulables y personalizables (yo quiero dos, yo la quiero sin cebolla, yo sin queso, etc).
He de confesaros que yo en un principio pensaba hacerlas de carne de buey, pero me falló la carnicería a la que fui y cambié radicalmente de chip-i (jejeje broma privada) y me pareció que combinar la carne de cerdo con un paté podía ser interesante. Decidí completar con un queso brie (suave, por aquello de no restar protagonismo a las camburguesas) y cebolla frita crujiente (la venden ya en botes).
El resultado fue, además de original, muy bueno. Si con la foto no os convencéis, preparadlas vosotros mismos 😉
Os dejo con la receta.

Ingredientes (4 hamburguesas):

• 300 grs. de carne de cerdo (en mi caso jamón de cerdo).
• 8 lonchas de bacon ahumado.
• 50 grs. de paté de pato.
• un huevo.
• 4 cucharadas de pan rallado.
• sal y pimienta.
• aceite de oliva suave.
• 4 panecillos de hamburguesa.
• lechuga (al gusto)
• cebolla frita crujiente.

Cortamos la carne de cerdo a cuchillo todo lo fina que podemos y ponemos en un bol. Con unas tijeras quitamos un poco de grasa a 4 lonchas de bacon y también las cortamos muy finas. Las ponemos en el bol con la carne de cerdo.

Añadimos el paté de pato y mezclamos bien con las manos.
Añadimos el huevo batido, el pan rallado, sal y pimienta y mezclamos otra vez con las manos hasta que veamos que la mezcla se puede trabajar para formar las hamburguesas.

Pincelamos una sartén (o una plancha si la tenéis…. la de la ropa no animales!!! esa en la que se hacen las cosas de dieta) con un poco de aceite de oliva suave y pasamos las hamburguesas a fuego medio alto por ambos lados hasta que estén doraditas.

Cuando estemos a punto de sacarlas cortamos lonchas de queso brie y las ponemos encima de cada hamburguesa para que se caliente un poco y tenga una textura un poco más fundente (fundente existe??? bueno, asumo que cateta o no me habéis entendido).
En la misma sartén y sin nada de aceite pasamos las 4 lonchas de bacon restantes (una para cada hamburguesa).
Para montar las hamburguesas cortamos los panecillos y añadimos al gusto lechuga, cebolla crujiente, las hamburguesas con el queso y encima la loncha de bacon. Servimos acompañadas de patatas fritas.
Es decisión vuestra si queréis salsear las hamburguesas (ketchup, mayonesa, mostaza, etc.), yo preferí no disfrazar los sabores de la propia mezcla de carne y queso con cebolla.
Lo dicho lechoncillos, animaos a preparar camburguesas caseras: están infinitamente más ricas y son muy fáciles de hacer. Para mi el próximo reto serán los panecillos…..
Ya sabéis, sed buenos.
Tito al moro!!.