La verdad es que cuando pienso en costilla de cerdo siempre es en barbacoa…. Mi padre es un verdadero maestro preparándola y a mi no me puede gustar más. Pero no creáis que solo la costilla no, también le da a los pescados, a otras carnes como chuletas y chuletillas y últimamente a  los arroces.

Al final del verano siempre está con la nariz roja de tenerla metida en las brasas…. Su secreto es la velocidad, o la falta de ella más bien… El «a fuego lento»…. Y yo podría estar comiendo todos los días de lo que él cocina a la brasa…. Pero para proteger sus pestañas mejor variamos un poco el tipo de comida.

El caso es que, con lo que a mi me gustan las costillas, y a falta de que mi padre empiece con la  temporada de brasas, el otro día me pregunté «¿porqué no preparo costilla de alguna otra manera?». Así que me compré una buena costilla de cerdo y me puse manos a la obra. Con un poco de Pedro Ximénez (me encanta con el cerdo) y otro poco de ajo negro y me salió este plato. Le puse también un poco de guindilla, para darle un toque graciosete. La verdad es que salieron buenísimas, os animo a que, si os gusta la costilla probéis a hacerla así, estaba tierna y sabrosísima.

Yo acompañé de unas simples pero siempre buenas patatas fritas caseras, vosotros podéis escoger lo que más rabia os dé.

No me lío más, voy a ver si le pregunto a mi padre cuando empieza con las barbacoas….   😉

Ingredientes (4 personas):

  • 2 tiras de costilla de cerdo.
  • 2 dientes de ajo negro.
  • 1 pimiento dulce seco.
  • un tomate
  • una cucharada de azúcar moreno de caña integral.
  • un buen chorro de pedro ximenez.
  • una cebolla dulce mediana.
  • sal y pimienta.
  • aove.
  • agua o caldo.
  • una cayena (opcional)

Preparamos la olla donde vayamos a guisar las costillas con el fondo de aceite de oliva virgen extra y lo calentamos a fuego alto (8 de 9).

Salpimentamos la carne y cuando el aceite esté caliente doramos las tiras de costilla.

Pelamos y cortamos la cebolla de la forma que más rabia nos dé (luego vamos a pasar la salsa). Al aceite de dorar la carne le añadimos un poco más, bajamos a fuego medio (5 de 9) y echamos la cebolla, los ajos, el pimiento dulce seco y la cayena.

Rehogamos hasta que la cebolla esté transparente. En ese momento añadimos el tomate rallado y rehogamos un par de minutos. Añadimos el azúcar moreno, removemos y también el Pedro Ximenez y subimos el fuego (7 de 9) para que evapore. Rehogamos unos minutos.

Pasado este tiempo añadimos las costillas que habíamos dorado y un poco de agua o caldo (unos 250 ml) para que las costillas tengan caldo para hacerse.

Bajamos a fuego medio bajo (5 de 9) y tapamos. Dejamos hacer sobre una hora.

Pasado este tiempo retiramos las costillas y subimos el fuego (7 de 9) con la olla destapada para que evapore la salsa. Cuando la veamos que haya evaporado le pasamos la batidora o lo que más rabia os de.

Añadimos las costillas y dejamos un par de minutos, y listas para servir.

Yo las acompañé de unas patatas fritas. Me pareció la opción más apetecible. Por supuesto eso queda a vuestro gusto.

Nada más compañeros, espero que paséis un buen fin de semana y acordaos de refrescaros todo lo que podáis, que viene caluroso!!!!!

Recordad que hay que andar, que también anda el Alsa.....
Tito al moro!!!

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