Y la receta de hoy, otra vez, es de mi hermana. Ya os dije que ultimamente yo era como los famosos… que otros cocinan por mi 😉
Esta vez yo he vuelto a hacer de redactora y catadora, la receta y las fotos son de ella.
Me han sorprendido muy positivamente las carrilleras. No sé si alguna vez las había probado pero no las recordaba, y es un bocado increíblemente tierno, se te deshace en la boca.
Además con esta salsa de setas que le da sabor, para mi gusto quedan deliciosas. Si tenéis alguna comida con invitados no dudéis en prepararlas, son muy sencillas de hacer y os dejarán quedar estupendamente. Además tienen la ventaja de que se pueden preparar el día anterior y calentar antes de servir.
Os digo que yo me he declarado fan absoluta de las carrilleras, y vosotros: ¿a qué esperáis a probarlas?

Ingredientes (4 personas):

  • 8 carrilleras de cerdo limpias.
  • una cebolla y media (morada o blanca)
  • un pimiento y medio verde
  • un pimiento y medio rojo
  • un diente de ajo
  • dos puñados de setas deshidratadas (mi hermana puso mezcla de cantarelus y trompetas de la muerte).
  • 1/2 vaso de jerez.
  • 1/2 vaso de agua.
  • sal.

En una olla amplia, donde vayamos a cocinar las carrilleras ponemos un poco de aceite de oliva suave (0,4º), lo justo para cubrir el fondo a fuego fuerte.

Doramos las carrilleras bien por todos los lados.

Una vez estén todas doradas bajamos el fuego y volvemos a ponerlas todas en la olla, junto con el diente de ajo pelado, la cebolla y los pimientos cortados en trozos (no tienen que ser demasiado pequeños).

Damos un par de vueltas y añadimos las setas.

Damos dos vueltas más y añadimos el vaso con el jerez y el agua.

Salamos al gusto y tapamos subiendo el fuego hasta que la carne coja temperatura.
En ese momento le bajamos el fuego (5 de 9) y la dejamos hacer más o menos una hora o hasta que al pinchar las carrilleras éstas estén tiernitas.
En ese momento sacamos las carrilleras y batimos la salsa.

Volvemos a meter las carrilleras y dejamos hacer 15 minutos más.

Pasado este tiempo están listas para servir. Podéis acompañar de un arroz en blanco, un puré de patatas o unas patatas fritas, pero algo suave que las carrilleras son suavecitas y hay que apreciarlas bien.

Si tenéis alguna cena o comida con invitados podéis dejar las carrilleras hechas de la noche anterior y calentarlas justo antes de servirlas. Es comodísimo.
Y nada más lechones, espero que disfrutéis de la semana. Sed buenos (o no) y …. Tito al moro!!!

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