La receta de hoy….. si es que se le puede llamar receta, es más un consejo de aprovechamiento que en su día me dio mi tía, que por cierto me ha dado unas recetas y unos consejos para la cocina estupendos, y que me parece que debo compartirla con todos vosotros, aún a riesgo de que a algunos os parezca una chorrada.
Pero yo os pregunto: ¿cuantas veces habéis comprado tostaditas para algun aperitivo que coméis en casa? ¿cuantas veces habéis tenido que tirar pan porque habiais comprado más de la cuenta y el congelador no da para más?. Pues la receta de hoy cubre esos dos flancos: aprovecha esas barras que se están muriendo de risa en casa y conseguís unas tostaditas que están increiblemente buenas. Además guardadas en un buen recipiente hermético o una caja de hojalata os duran tranquilamente un mes bien frescas y crujientes. Y digo tranquilamente porque en casa no las dejamos vivir mucho más, así que no tengo información más allá del mes.
¿Y cómo se hacen estas tostaditas?
Muy sencillo: cogéis el pan que os haya sobrado y lo cortáis en rebanadas finas. No tiréis los curruscos, luego os cuento.
Lo disponéis sobre una bandeja de horno.
Introducimos en el horno, que habremos precalentado, a 180º a media altura (yo uso la función ventilador) y las tenemos hasta que empiecen a dorarse, momento en el que abrimos el horno y les damos la vuelta con unos tenedores o unas pinzas. Si vemos que por el otro lado están doradas las sacamos del horno, sino las dejamos dos minutos más y luego las sacamos.
Dejamos enfriar y almacenamos las tostadas en un recipiente hermético o en una lata.
Los curruscos, que no os he dicho, podéis meterlos en la picadora, si queréis con alguna tostada que se os haya roto o algún otro resto de pan, y tendréis pan rallado casero.
¿Y para que puedo yo usar estas tostaditas? Pues desde el desayuno más sencillo hasta cualquier aperitivo casero o comprado que se os pueda ocurrir. Por si estáis faltos de ideas yo os dejo unas cuantas:
– Crema de aguacate, manzana y nueces.
– Guacamole.
– Montaditos fríos de mi madre.
– Paté de falso centollo.
– Paté de mejillones.
– Paté de mi madre.
Ya sabéis, sed buenos y Tito al moro!!!!
Deliciosas, me gustan estas tostatidas, te sacan de un buen apuro cuando menos lo creas.
Un abrazote a la distancia
Una forma estupenda de aprovechar el pan. Un abrazo, Clara.
Yo lo pongo en el tostador de fuego y queda muy bien y sin horno 😉
Un saludito
Lauriña, aunque parezcan chorradas estos trucos vienen muy bien siempre. Yo llevo varios años haciendolas y se conservan perfectamente varias semanas en un tupper bien cerrado. En casa se reían de mi, ahora me las piden,jajaja
un biquiño
Yo también las hago Laura, lo que pasa que no duran nada. Que si en el desayuno, que si a la cena con queso y membrillo, incluso en cachiños se las ponen a las lentejas una vez en el plato. Jamás he conseguido hacer pan rallado, me las zampan antes jajajajaja.
bicosssss
No tenía ni idea….Me parece genial.Lo que no veo tan claro es que duren tanto tiempo en la caja de metal, en mi casa hay "ratones" ja,ja.
Un besuco,
María José
Si señora, en mi casa siempre se ha usado el "pandantie" ( vamos el pan duro) para hacer pan rallado, jamás lo hemos comprado……
Besos.
A mi me parece un excelente consejo..que delicia y lo útiles que son las tostaditas
besos
conmermelada, con ajito, con aceite rico, da igual, están requetebuenas. un beso.
Uissss yo voy a hacerme una cajita llena de tostaditas y ya las tengo para el desayuno, qué ricas!!!
Un besito
Case coincidimos na entrada, eu frotei tomate e botei aceite. Eu sempre fago as tostadas, xa hai tempo que non as merco.
Bicos Laura.
No me suele quedar pan, pero es uan idea estupenda, pues es mi desayuno mañanero, con aceite, tomatito o mermelada.
Besitos
Me encantan los trucos y recetas de aprovechamiento. Además, el pan secado en el horno es una delicia no solo para desayunos o para hacer crujientes para sopas, gazpachos y purés, sino para muchos otros usos, en picadas, mezclado con ajos y perejil, etc.
Un Beso Laura