Esta tarta la aprendió a hacer mi madre hace mucho tiempo. Triunfaba tanto que la hacía muy a menduo. Pero un día dejó de hacerla, y como no había apuntado la receta, cuando quiso recuperarla ya no se acordaba.

Pero un dia, en una cena de esas en las que «cada uno lleva algo», coincidió con la madre de un amigo mio que curiosamente, llevó esta tarta.
Mi madre nos trajo un trozo para que la probasemos y yo le escribí a mi amigo para que le pidiese la receta.

Me la mandó y en la siguiente cena que tuve (la de este fin de año) la hicé y fue un exitazo.

El viernes pasado tuve cenita en casa, y como iba a poner risotto como plato fuerte decidí que necesitaba un postre fresquito y me acordé de esta tarta.

A mi me parece una tarta muy rica, y sobre todo, facilísima de hacer.

Aquí os dejo la receta de la tarta de cuajada y queso de Lina.

Ingredientes:

– 2 tarrinas de queso Philadelphia (o similar)
– 1 litro de Nata líquida.
– 2 vasos (de agua normales) de leche
– 1 vaso (el mismo que los de leche) de azúcar
– 2 sobres de polvos para hacer cuajada.
– caramelo líquido (yo uso del royal).

Preparación:

Se pone a fuego lento la nata con el azúcar hasta que rompa a hervir.
En un bol se baten las tarrinas de queso con los vasos de leche y los sobres de cuajada.
Cuando la nata empiece a hervir se retira del fuego, se añade la mezcla del bol y se vuelve a poner en el fuego (que sigue lento) sin parar de remover con una cuchara de palo hasta que rompa a hervir.


Caramelizamos un molde, que ha de ser grandecito (no os sirve el molde típico de las tartas porque sale bastante cantidad), yo uso de los rectangulares de hacer lasaña en el horno.
Cuando la mezcla rompa a hervir la hechamos en el molde caramelizado y la dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Cuando se haya enfriado la metemos en la nevera, donde tiene que estar al menos 4 horas (yo la hago de un dia para otro y queda estupenda).
Una vez pasado este tiempo sólo nos queda desmoldarla en una fuente y está lista para tomar.
Esta tarta mientras no se come se guarda en la nevera, así se toma bien fresquita.

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