
Septiembre, otro año más que volvemos al cole…. Y dándonos con un canto en los dientes oiga!!
Recuerdo cuando era pequeña la vuelta al ruedo la marcaba que mi padre me llevase a la librería a comprar los libros que me tocaban aquel año (los que no se podían reciclar de mis hermanas claro)… Me encantaba…. Ya sé, no se puede ser más tonta, pero era un momento que esperaba con expectación…. El olor de la librería, el de los libros nuevos que probablemente odiaría más tarde, el poder comprar plástico para luego forrarlos y que te quedasen las inevitables burbujitas… Pero que os voy a decir, me encantaba, entrar en aquella librería era casi como ir a Eurodisney.
Frikismos míos a parte, que no tengo pocos. Esta receta os la he presentado así porque es perfecta para los tuppers de la oficina, o para cualquier comida diaria. Si la tenéis que llevar al curro podéis perfectamente acompañarla de un arrocito blanco o un cuscús… Si la hacéis para comer en casa se me ocurre un huevito frito… ains… se me caen las lágrimas de pensarlo.
En cualquier caso, es una receta muy versátil que podéis adaptar a cualquier verdura que os guste o no os guste y que podéis alegrar añadiendo una pizquita de curry. Es ligera y muy sana, además de muy fácil de hacer, la única complicación es picar las verduras, el resto no tiene nada.
No me enrollo más y os dejo con la receta!!
Ingredientes (4 personas):
- Un calabacín.
- Una cebolla.
- Un pimiento rojo.
- 300 grs. de calabaza.
- Una lata de tomates pelados y enteros.
- 300 grs. de filetes de pechuga de pollo.
- Sal y pimienta.
Lo primero será limpiar los filetes de pollo y cortarlos en taquitos. Salpimentamos.
En la olla donde vayamos a hacer el «tinglao» ponemos un chorrito de aceite de oliva suave con un diente de ajo entero y pelado. Calentamos a fuego medio alto (7 de 9 en mi caso).
Cuando esté caliente pasamos el pollo un par de minutos removiendo solo para que coja un poco de color.
Retiramos a un plato.
Por cierto, mis más sinceras disculpas que durante todo este proceso olvidé que «me debía a vosotros» y no hice las fotos pertinentes… Espero que me perdonéis 😉
Pelamos la cebolla y la cortamos en brunoise no excesivamente pequeña (o sea cuadraditos no demasiado pequeños).
En la misma tartera donde hemos pasado el pollo la ponemos a fuego bajo (3 de 9) y le añadimos un pelín de sal.
Mientras la cebolla empieza a rehogarse lavamos el pimiento y cortamos también en cuadraditos. Cuando la cebolla empiece a estar transparente por los borde añadimos el pimiento.
Lavamos el calabacín a conciencia y cortamos en los mismos cuadrados que el pimiento. Pelamos y retiramos semillas de la calabaza y más de lo mismo, a cortar en cuadraditos.
Añadimos calabaza y calabacín a la olla y rehogamos un par de minutos.
Añadimos el pollo que teníamos reservado, removemos y tapamos. Escurrimos la lata de tomates y los añadimos a la cazuela. Con la misma cuchara que estemos removiendo machacamos un poco para que suelten el jugo que tienen dentro y se troceen un poco.
Dejamos hacer unos 30 minutos a fuego bajo (3 de 9) hasta que, tanto el pollo como las verduras estén tiernas.
A los 20 minutos o cuando veáis que el «meollo» empieza a estar algo tierno, si veis que la cazuela tiene mucha salsa, la destapáis y dejáis que siga cociendo destapada para que evapore salsita. Tened cuidado que así se pega más fácil, pero mucha salsa tampoco queda bien.
Cuando esté listo tapáis y podéis servir inmediatamente acompañado de un arroz blanco, un huevito frito o todas las anteriores son correctas…. También le quedaría muy bien un cuscús.
Si vais a congelarlo dejáis que se enfríe completamente y lo pasáis a los tuppers correspondientes. En nevera bien tapado os aguanta un par de días. Si no lo vais a consumir en ese tiempo al congelador!!
Si lo congeláis en tuppers para luego llevaros al trabajo con algún acompañamiento de los antes mencionados os aconsejo que el arroz, cuscus o similar no lo congeléis, lo hagáis el día antes y se lo añadáis en el momento de llevarlo. No cuesta nada y están mejores.
Poco más os cuento compañeiros, mucho ánimo a los que habéis vuelto de vacaciones y aún más a los que estáis buscando trabajo. Ya sabéis que «Hay que andar que también anda el Alsa…»
Tito al moro!!
Que plato tan completo y tan rico. Yo este año también voy a experimentar la vuelta al cole. El año pasado me propuse sacar el B2 de inglés, y para éste me he propuesto retomar el alemán así que habrá que ponerse a ello. Un beso!
http://www.laurillafondant.blogspot.com
Imposible decirle que no a un plato como este, ideal para llevar a la ofi como dices, o a cualquier parte hija mía. Se mete en el tapper y arreando que es gerundio. Y lo rico que está, ainssss también me lo imagino con el huevo frito y me babo toa jajajajaja.
Bicossssss
Estrenar libros también me encantaba, luego estudiarlos ya no tanto… Me gusta este plato, muy fácil para llevar al curro.
Besos
Si señor pisto, me encanta, acompañado de cus cus, arroz, huevo frito o guisado con ese pollito. Si lo llevas al trabajo imagino la cara que se les debe quedar a tus commpañeros, ¡pura envidia!. Un beso