Ya hace tanto tiempo que he perdido la práctica.

No de cocinar, que eso no he dejado de hacerlo, pero sí de fotografiar (salta a la vista), de escribir, de todo en general…. Puede que sea porque ahora soy más multitarea que antes, en cualquier caso sé que sabréis perdonármelo, iré recuperando poco a poco.

Eso sí, he aprovechado para hacerle un lavado de cara a la página, ya me diréis qué os parece, todas las críticas son bienvenidas.

Entre todas las recetas que he cocinado, y que tenía pendientes, he decidido volver con esta, primero porque es un recetón de los que sé que os van a encantar, simplemente con ver vuestras reacciones en mi Facebook e Instagram quedó bastante claro, y segundo porque tengo un cariño especial por la persona a la que le copié este pastel.

No solo es un excelente cocinero, además de simpático sino que es una de las mejores personas que me ha aportado este mundo de cocina 2.0 (iremos ya por el 3.0?). Hace unos meses que le pedí que me echase una mano y él me las echó las dos y lo que le hubiese pedido.

Juan Carlos, de Gastronomía en Verso tiene además una mujer maravillosa, María es la artífice de muchas de las recetas que tiene en su página, y una bellísima persona con la que he tenido el placer de coincidir varias veces.

Juan Carlos publicó una foto de este pastel en Facebook, y a mi me faltó tiempo para pedirle la receta, intuí que sería un éxito. Como no podía ser menos él la compartió con todos nosotros y yo me la anoté para ponerla en práctica.

No falló, éxito absoluto, y receta de las más sencillas…. Para una cena con amigos, en vuestra casa o de esas en las que cada uno aportáis algo, para un picnic…. El resultado es una empanda jugosa y super sabrosa…. El único cambio que yo aporté es no poner zanahoria, básicamente porque no me apeteció.

Sé que os va a gustar la receta, no dudéis en ponerla en práctica porque os aseguro que triunfa. Os dejo con ella.

Ingredientes;

  • 2 masas de hojaldre frescas redondas o rectangulares, a vuestra elección.
  • 300 grs. de espinacas frescas
  • un poco de salsa de tomate para untar
  • 8 lonchas de jamón de york.
  • 8 lonchas de queso
  • 1 tomate fresco
  • 4 huevos
  • sal

Calentamos el horno a 200º.

Cocinamos las espinacas, podéis hacerlas al vapor o rehogarlas con una cucharadita de postre de aceite de oliva virgen extra, que fue lo que hice yo, le añadí unas arenas de sal y un poco de ajo en polvo. Una vez rehogadas las dejé escurrir bien.

En una bandeja que sea más o menos del tamaño de nuestras masas ponemos una de ellas, con papel de horno por debajo o untada, yo usé el propio papel que venía en la masa.

Pintamos con la salsa de tomate.

Encima ponemos las lonchas de jamón de york y encima las de queso.

Lavamos el tomate y lo cortamos en finas lonchas, las ponemos.

Por encima ponemos las espinacas rehogadas o cocidas al vapor y bien escurridas.

Cascamos en un plato o bol los 4 huevos, ponemos un poco de sal y batimos ligeramente.

Los echamos por encima de las espinacas dejando un poco de huevo para pintar la tapa de arriba de nuestro pastel.

Ponemos la otra masa por encima, cerramos los bordes como si fuera una empanada y pinchamos toda la superficie con un tenedor.

Pintamos con el huevo batido reservado y horneamos a 200º sobre 25 minutos hasta que esté doradito, dependerá de vuestro horno.

Sacamos del horno y dejamos entibiar. Lo pasamos a una fuente y servimos todavía tibio.

Ya veréis como está tremenda, y el olor que deja en la cocina te hace salivar. Ponedla en práctica y no dejéis de contármelo.

Recordad que hay que andar, que también anda el Alsa.....
Tito al moro!!!

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