Hola de nuevo a todos. He vuelto a estar ausente… pero esta vez por placer. La semana pasada me la pasé entera conociendo, con mis padres, Munich y alrededores…. y para muestra ya se sabe… un botón. Os contaré un poco de lo que he aprendido en este viaje.

La primera foto que os he puesto no ha sido de la comida más típicamente muniquense, pero sí de la única que no me avergonzó fotografiar. Cuando estoy en restaurantes me resulta imposible hacerle fotos a los platos…. una pena… pero os lo contaré todo.

Estuvimos en Munich de Domingo a Viernes, y el domingo cuando llegamos (sobre la 1 del mediodía) aún estaba en pie el Oktoberfest, el cual por cierto quedaba relativamente cerca de nuestro hotel, así que dejamos las cosas y para allí nos fuimos.

No he puesto ninguna foto de esta fiesta, aunque me imagino que habreis visto ya cientos de imágenes…. la verdad es que desde que he llegado no paro de decirles a mis amigas que el año que viene nos apuntamos. Es tremendo, un parque extensísimo lleno de atracciones, chiringos y por supuesto, pabellones para beber cerveza. Allí cada marca de cerveza del lugar tiene un pabellón propio. Para beber una cerveza solo tienes que entrar en el pabellón de la que más te guste, conseguir mesa y pedir una birrita…. Esto que puede parecer muy sencillo no lo es para nada en Domingo y sin tener nada reservado. No os podeis imaginar lo duro que puede ser entonces conseguir una cerveza en el festival de la cerveza….. Por si a alguien más le pasa esto le diré que en la entrada y en la salida del parque hay dos chiringos, como si fuesen los redondos que hay en las playas, donde te sirven una cerveza con la condición de que te la tomes allí…. Menos mal porque cuando los encontramos mis padres se deshidrataban peligrosamente.

Curiosidad1: Munich tiene una población de 1.200.000 habitantes que durante el Oktoberfest se multiplica hasta alcanzar los 6 millones de habitantes. Se dice también que durante estas fechas se beben una media de 6 millones de litros de cerveza, lo cual, visto el ambiente, se me antoja poco……

Ese día comimos en uno de los chiringos, y de ahí la foto, la típica salchicha de Munich, Weisewurst, que son unas salchichas blancas hechas de carne de ternera, manteca de cerdo y especias. Tradicionalmente se toman con mostaza dulce…. pero la mostaza y yo no nos llevamos nada bien así que las acompañé con ketchup.

Después de la experiencia del oktoberfest nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Desembarcamos en la plaza principal o Marienplatz, y allí nos dimos de bruces con el ayuntamiento, que por cierto me pareció precioso.



El ayuntamiento de Munich tiene un precioso carillón que se pone en marcha a las 11 de la mañana (en verano creo que tiene más horarios pero a las 11 lo pillais fijo). El carillón se compone de dos niveles: en la parte superior se representa un torneo que tiene lugar con motivo de la boda entre el duque Guillermo V de Wittelsbach con Renata de Lorena, mientras en la parte inferior se representa un baile típico de Munich con una historia muy peculiar: durante la epidemia de peste que asoló Alemania a principios del siglo XIV falleció un tercio de la población de Munich…. la gente estaba tan asustada que se negaban a salir de casa. La economía del lugar estaba por los suelos, así que un grupo de toneleros decidieron hacer un baile en la plaza del pueblo para festejar que la peste remitía y animar a las gentes a salir de sus casas y volver a sus vidas normales. Lo consiguieron claro (a saber que había en esos toneles) y de ahí su inmortalización en este precioso carillón que cuenta con 43 campanas y es capaz de tocar 4 melodías (bueno a mi juicio ligeramente desafinadas…. con perdón).

En otro extremo de la Marienplatz podemos ver el ayuntamiento antiguo.



Caminando por Munich nos encontramos la Theatinerkirche, o iglesia de San Cayetano, que fue con diferencia, la que más nos gustó de Munich. Por fuera no parece gran cosa, además el color a mi me espantó tanto que entré dispuesta a que no me gustase por dentro…. pero tuve que rendirme a lo que es. No os puedo enseñar fotos del interior porque está prohibido hacerlas en la mayor parte de las iglesias muniquenses…. pero os animo a que la visiteis si vais a Munich.



Ya de vuelta y callejeando le hice esta foto a una de las calles…. no recuerdo su nombre pero me gustó el ambiente al anochecer.

También pasamos por el teatro, sede de la ópera Bávara, en cuya plaza se levanta una estatua de Maximiliano I, que fue quién mandó construirlo.



Como ese día estabamos bastante cansados del viaje y posterior aventura en el Oktoberfest (habíamos madrugado un montón) cenamos en una pizzería (solución de última hora) y nos fuimos a descansar.

Al día siguiente (Lunes) nos presentamos en la Marienplatz a las 10 y media. No solo para ver el carillón en funcionamiento, sino también para apuntarnos a un tour «gratuito» que sale todos los días a las 10.45 de la plaza. El tour es en español, y al final tú das la voluntad (no…. no hay nada gratuito). En cualquier caso está muy bien para conocer la ciudad. Tiene una duración de 3 horas y el recorrido es a pie.

Además de visitar casi todo lo que ya habíamos visto el día anterior también estuvimos en la catedral, la Frauenkirche. La catedral católica de Munich empezó a construirse en el 1468 y se consagró en el 1494. Aunque las torres que veis no se terminaron hasta 1525. Es curioso que la altura de las torres es de 99 metros, para adaptarse a una ley de la ciudad que prohibía cualquier edificación por encima de los 100 metros (los alemanes sí que saben construir). Además una torre es 12 cm mayor que la otra… aunque por más que lo intenté… no pude saber cual… jajajaja.



Es una pena, que muchas de las cosas que visitamos estaban llenas de andamios.

Curiosidad 2: La plaza donde se encuentra la entrada principal de la catedral es la plaza de las mujeres (no recuerdo el nombre en alemán). Esta plaza debe su nombre a las mujeres de Munich, que fueron las que reconstruyeron la ciudad después de la segunda guerra mundial porque, si haceis cuentas, una elevada parte de la población masculina muniquense… no sobrevivió a las guerras.

Una de las cosas que más me gustó del tour fue esta calle: la calle de los tramposos. Hitler, al que en adelante nombraré como mierdi-enano-con-bigote, levantó un monumento a sus generales de policía muertos en un atentado (fallido) contra él en Munich. Por supuesto, el muy enfermo no se conformó con levantar el monumento, sino que obligó a toda la población a pararse frente a él y hacer el saludo nazi.

Por supuesto había mucha gente en contra del m-e-c-b y su régimen, pero cualquiera se arriesgaba a no hacer el saludito con la gestapo vigilando….. así que aquellos que se rebelaban contra él se colaban por esta calle, para evitar pasar delante del monumento, de ahí su nombre «la calle de los tramposos».



Seguimos caminando y me llama la atención el ambiente de esta calle por la que se llegaba a la cervecería real.



Como no, visitamos el mercado Viktualienmarkt que tiene una superficie de 22.000 m2 y en el que podemos encontrar flores, frutas exóticas, caza, carne de aves, especias, queso, pescado, zumos y otros productos. Me encantó el mercado….. además eran productos, aunque caros, de muy buena calidad.



Ese día os diré que, una vez terminado el tour, fuimos a comer al lado de la catedral y nos pusimos como cerditos…. nunca mejor dicho.

Un plato de codillo de cerdo con la típica col fermentada, acompañado de una especie de albóndigas hechas con miga de pan, tocino y especias. Todo ello regado de una buenísima Weiswier… o cerveza de trigo, mi favorita del viaje sin ninguna duda.

Por la tarde seguimos paseando y fuimos a visitar la cervecería real, Hofbrauhaus…. una auténtica atracción turísitca pero en la que merece la pena entrar y tomarse una buena cerveza. Dicen que es como un pequeño Oktoberfest, desde luego es un sitio muy pero que muy variopinto…. como este día no teníamos hambre después de la comilona… solo cenamos cerveza y para cama (alguna que otra un poco piripi por cierto…..)



El martes madrugón y visita a Salzburgo (Austria) ciudad de nacimiento de Mozart. Salzburgo es una ciudad realmente bonita, y merece la pena visitarla, se la recomiendo a todo el mundo. Sin embargo a mi me pasó una cosa curiosa….. tanto me había hablado de lo espectacular que era que me llevé un pequeño chasco….. Seguramente injusto porque como podeis ver en las fotos… es muy entrañable. La foto que teneis a continuación es una hecha desde la fortaleza.



En la siguiente foto podeis ver una de las plazas de Salzburgo con la fortaleza arriba en lo alto.



Y el palacio Mirabell, con sus jardines, y otra vez la fortaleza al fondo.



En Salzburgo paramos a comer en un restaurante las salchichas típicas austríacas asadas a la brasa con patatas… Deliciosas….

Ese día cenamos un sandwich porque llegamos bastante tarde a Munich. Así que nada del otro mundo. Para cama tempranito.

El miércoles madrugar otra vez para volver a la estación de trenes. Allí contratamos una visita guiada al castillo de Neuschwanstein.

Este castillo se construyó por orden de Luis II, rey de Baviera, apodado «el rey loco» y os voy a poner un trocito de lo que dice la wikipedia de él:

«El castillo de Neuschwanstein se construyó en una época en la que los castillos y las fortalezas no eran necesarias desde el punto de vista estratégico. En lugar de ello, nació de la pura fantasía: una bella y romántica composición de torres y muros en perfecta armonía con las montañas y los lagos. La combinación de varios estilos arquitectónicos y la artesanía interior han inspirado a generaciones de adultos y niños. Este castillo es un homenaje a la fantasía y la imaginación, producto en gran medida de la mente de un escenógrafo teatral, que evoca la imagen de un glorioso cisne surgido del lago a sus pies. Así, ambas exigencias se cumplieron: el castillo recordaba tanto a los relatos tradicionales alemanes que fue elegido por la Disney como modelo para el castillo de La bella durmiente (1959), el cual es su principal símbolo. De hecho, hay una réplica del castillo en el parque del Disneyland Resort Paris (Eurodisney). Por dentro, además de continuas referencias a estos cuentos o a diversas leyendas y personajes medievales como (Tristán e Isolda o Fernando el Católico), contiene una completa red de luz eléctrica, el primer teléfono móvil de la historia (con una cobertura de seis metros), una cocina que aprovechaba el calor siguiendo reglas elaboradas por Leonardo da Vinci, y maravillosas vistas y paisajes a los Alpes, incluyendo una encantadora cascada que podía contemplarse desde la habitación del monarca.»



La imagen que acabais de ver es la única de todas las fotos que no hice yo, las mias las teneis un poco más abajo… pero no son tan espectaculares por dos cosas: la primera el castillo estaba con andamios (la probabilidad de que un monumento/castillo tenga andamios cuando mezquita va a visitarlo es directamente proporcional a 1, «primera ley de mezquita») y la segunda que no dispongo (aún) de helicóptero propio…….

En esta región también podemos apreciar el castillo de Hohenshwangau (bufffff lo que me cuesta escribir estos nombres). Este castillo fue la residencia de infancia de Luis II de Baviera y fue además construido por su padre: Maximiliano II….. Una chabolita vamos.

Fue desde este castillo, que está enfrente del de «noisvastein» (así es como pronuncian los alemanes Neuschwanstein y me resulta más fácil de escribir) que Luis II, alias «el flipao» vigilaba las obras de su castillo favorito.



La siguiente foto debería haber sido espectacular, pero claro, la primera ley de mezquita lo estropeó un poco…. aún así creo que apreciareis que es un sitio que realmente merece la pena visitar……

La foto está sacada desde el puente de María…. que tiene unas vistas impresionantes.



El castillo ya desde la entrada.



El castillo desde el paseo.



El entorno, con el lago Alpsee y los alpes….. el «flipao» estaba sin vistas eh??? Quien fuera reina…..



Otra foto de «noisvastein»



Y me imagino que llegados a este punto, si es que habeis llegado (entonces teneis un montón de merito) os habreis dado cuenta de que esta fue mi parte favorita del viaje. El castillo.

No sólo por el castillo en sí… sino por el entorno…. Desde hace muchísimo tiempo estoy piando por conocer los alpes (y a la vaca lila de milka) y solo el hecho de estar en el borde donde empiezan me he sentido de maravilla.

Curiosidad 3. Luis II fue declarado loco por su tío (que por supuesto quedaría regente) y una comisión de médicos que ni siquiera le habían examinado. Fue capturado y encerrado en un castillo (no recuerdo cual) con un lago en el que apareció ahogado días más tarde junto a su psiquiatra (que también apareció muerto). Luis no tuvo descendientes pero los de su tío aún hoy en día se niegan a una posible investigación sobre su muerte.

Aquel día, a la vuelta, cenamos en un restaurante y yo me pedí «Semmelknodel» unas bolas de pasta con pan típica de Munich con queso. Delicioso. Para beber cerveza por supuesto.

Del jueves no tengo mucho que contaros, porque mi padre y yo tuvimos que pegarnos el madrugón para ir a Stuttgart por trabajo…. paliza de día y a la vuelta sorpresa desagradable…. llueve.

Pero….. segunda ley de mezquita!!!!! (no, esta no es mia) «no hay mal que por bien no venga». Decidimos quedarnos a cenar en el hotel y nos pegamos un banquete de órdago. «Solomillo de cerdo ibérico con queso de cabra caramelizado y compota de manzana». Exquisito…..

Y de postre…. apfelstrudel con helado de vainilla, natillas y frutas del bosque….

Oda al paladar!!!!

El viernes nos levantamos con calma…. vamos a comprar regalos varios y ya nos vamos para el aeropuerto….. Pero ah!!!! si creiais que mi aventura gastronómica alemana se había acabado os equivocais….. Aún me quedaba otro plato típico de Munich que yo sabía que existía y que no había podido probar… el Leberkase. Los ingredientes del Leberkase se ponen en salazón y son: carne de ternera, carne de cerdo, tocino sin costra, agua, cebollas, sal y orégano. Todo ello se pica y se forma una pasta fina que se vierte en un recipiente alargado y se introduce en el horno hasta que se forma una costra por fuera.

Curiosidad 4. Fuera de Baviera las leyes de alimentación alemanas exigen que el Leberkase contenga hígado, tal y como su nombre indica (Leber=hígado).

La foto que os pongo a continuación no es mia tampoco (ya sabeis que mi verguenza todo lo puede) sino que la saqué de la siempre útil wikipedia, de la que también saqué la preparación.



Bueno pues que cuando me iba a coger el avión dispuesta a no comer ya más mis padres decidieron comer algo, y yo, cuando ya me estaba negando, vi este suculento manjar en el mostrador y claro…. lo primero es lo primero.

Exquisito!!!!

Bueno….. y hasta aquí ha dado de sí el capítulo de hoy. La próxima será una receta…. que ya está tardando.

Biquiños a todos!!!

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