A Dios pongo por testigo, que la auténtica salsa holandesa NO se hace como os voy a explicar yo. Partamos de esa base. Sí, he usado los ingredientes en cuestión: yemas, mantequilla, zumo de limón, pimienta blanca y sal, pero los he ligado con batidora y punto.
Los entendidos estaréis poniendo el grito en el cielo, por eso mismo parto de la base de que esta receta NO es la auténtica salsa holandesa, es un parche sencillisimo de hacer, que funcionó y estaba muy bueno.
Para los que tengáis la curiosidad de cómo preparar una auténtica salsa holandesa podéis echarle un ojo a este estupendo post de Directo al paladar.
Una vez dicho esto os contaré una historia divertida: este fue un aperitivo que se le ocurrió a mi hermana M. Mi madre le compró los ingredientes, y cuando ya se acercaba el mediodía y la hora de prepararlos mi hermana y mi cuñado se tuvieron que llevar a mi sobri al médico (nada serio, un susto de niños….). El susto me lo llevé yo cuando le dije: y yo que hago con esto??? Y me dijo literalmente «Derrites la mantequilla en el micro, dejas que temple y luego bates todos los ingredientes con la batidora hasta que ligue como una mayonesa…..»
Ale, y ahí te safes…..
Anécdotas al margen, os diré que es un aperitivo muy original para una comida un poco vistosa, veanse las fiestas que se avecinan o cualquier evento con invitados. Podéis dejarlo todo preparado y montar y gratinar en el último momento.
Bueno, y si queréis leer como me fue….. quedaos por aquí 😉
Ingredientes:

  • 3 yemas.
  • 150 ml de mantequilla derretida
  • el zumo de medio limón
  • una pizca de pimienta
  • sal al gusto (os va a tocar ir probando… que pena no?)
  • 1 kg de mejillones
  • 2 puerros
  • aceite de oliva suave (0,4º)
Preparación: 
Limpiamos los mejillones de sus barbas y los ponemos en una tartera con un vaso de agua para que abran al vapor.
En cuanto veamos que están abiertos retiramos del fuego, los echamos en un cubo o algún sitio cómodo y retiramos una de las cáscaras.
Limpiamos los dos puerros lavándolos bien y cortándolos en trocitos pequeños. Los rehogamos en un poco de aceite de oliva suave hasta que estén transparentes. Los salamos ligeramente.

Derretimos la mantequilla en el microondas y la dejamos templar.

En el vaso de la batidora ponemos las yemas, una pizca de pimienta blanca y sal. Ponemos la batidora y sin ponerla en marcha añadimos la mantequilla. Ponemos la batidora a funcionar sin moverla del sitio. Cuando veamos que la salsa empieza a cuajar la empezamos a mover hacia arriba cuidadosamente. Al llegar a la parte superior del vaso volvemos a bajarla poco a poco, vamos que viene siendo lo mismo que le hacíamos a la mayonesa para que no se nos corte, en esta receta os lo explicaba).

Cuando hayamos ligado bien la salsa añadimos en chorrito fino el zumo de limón. Probamos de sal y rectificamos si fuese necesario.
Si no usáis la salsa en el mismo momento en que termináis de hacerla (como fue mi caso) es posible que cuando vayáis a cogerla veáis que está como cortada (que también fue mi caso cuando volvió mi hermana y me dijo: la hiciste mal….). Pues tan sencillo como volver a pasarla la batidora y la salsa volverá a ligar… Es una salsa agradecida vamos……

Ponemos encima de cada mejillón un poco de puerro y tapamos con salsa holandesa.

Los metemos al horno simplemente para que gratinen, sacamos y servimos inmediatamente.

Por cierto, como veis no me lucí con las fotos, pero es que tenía un apurón encima tremendo!!
Ya veis que la falsa salsa holandesa está tirada…. La de verdad ya es otro cantar, pero esta para salir del paso bien os vale, y seguro que sorprendéis a la audiencia.
Poco más lechones, que paséis un buen y frío fin de semana, y no sed un poco malos.
Tito al moro!!

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