Hace unos días salí de casa toda preparada para comprar los ingredientes que me hacían falta para hacer tabulé…. Pero mi gozo en un pozo; la hierbabuena estaba temporalmente extinguida del mundo.
Lo comenté con el propietario de la undécima tienda en la que entré para buscar la dichosa hierbita y los dos llegamos a la misma conclusión…. «Sí, lo de los mojitos se nos está yendo de las manos….»
Pues dale que yo quería una ensalada fresquita de couscous, así que aprovechando que estaba en una frutería me llevé un calabacín con la idea de prepararlo en ensalada de couscous.
Cuando llegué a casa mi cabeza ya lo tenía claro: me apetecía una ensaladita tibia con verduras y podía aprovechar un bote de bonito del norte en aceite de oliva, de los buenos, que tenía en la despensa.
Si queréis saber lo que salió de la «crisis de la hierbabuena» seguid leyendo… y la próxima vez que os pongáis tibios a mojitos haced el favor de avisar, que una nenita se apuntaría de buena gana 😉

Ingredientes (2 personas plato principal, 4 personas acompañamiento).

  • 125 grs. de couscous.
  • 125 ml. de agua.
  • un chorrito de aceite de oliva.
  • sal.
  • medio calabacín.
  • media cebolla.
  • un puerro pequeño
  • medio pimiento rojo.
  • pimienta negra.
Lo primero que haremos será preparar el couscous como indique el fabricante del envase que tengamos, cantidad para 2 personas. 
En mi caso era poner a fuego alto 125 ml. de agua en un cazo con un media cucharadita de aceite de oliva suave y sal. 
Cuando hierva retiramos del fuego y echamos el couscous. Removemos hasta que absorba y dejamos reposar un par de minutos.
Pasado este tiempo echamos un poquito de mantequilla o, en mi caso, una cucharadita de postre de aceite de oliva suave y removemos bien. Volvemos a llevar a fuego bajo otro par de minutos removiendo de vez en cuando. 
Apartamos del fuego y dejamos que vaya entibiando.
Pelamos y cortamos la cebolla en brunoise. Retiramos la parte verde al puerro y lo lavamos bien. Cortamos en rodajas finas.
Ponemos un chorrito de aceite de oliva suave en una sartén y echamos la cebolla y el puerro. Dejamos que se vayan pochando.
Lavamos el pimiento y lo cortamos igual que la cebolla sacándole bien las semillas y la parte blanca.
Cuando la cebolla empiece a ponerse un poquito transparente añadimos el pimiento.
Siempre a fuego bajo dejamos unos 5 minutos removiendo de vez en cuando.
Mientras tanto lavamos bien el calabacín y lo cortamos igual que la cebolla y el pimiento.
Cuando veamos que el pimiento rojo empieza a ablandar echamos el calabacín.
Salpimentamos y mantenemos a fuego bajo unos 5 minutos más, hasta que el calabacín transparente un poco pero siga estando tierno.
En ese momento retiramos del fuego.
En un bol ponemos el couscous, salpimentamos, añadimos las verduras tibias. Abrimos el bote de bonito y lo añadimos (escurriéndole el aceite) a la ensalada en lascas gordas. En mi caso era un bote pequeñito así que fue todo, si es grande ponedle al gusto.
Llevamos a la mesa y servimos. Al ser una ensalada tibia no hice ningún aliño especial, y cada uno le puso lo que mejor le pareció.

Esta ensalada resultó ser muy buena opción para tomar verduras ahora en verano, al margen de ensalada y parrilladas claro. Es muy suave, nutritiva y está muy pero que muy buena.
Hoy no me enrollo más, a ver si el tabulé puedo prepararlo este verano, o más hacia septiembre, cuando se os pase la fiebre del mojito.
Sed buenos y felices vacaciones a los afortunados que las estáis disfrutando. Cuidaos mucho y ya sabéis: «Hay que andar que también anda el Alsa».
Tito al moro!!!

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