Ya os conté cuando preparé la empanada de harina de maíz y vieiras que había estado en un taller de empanadas en casa de Pilar, de La Cocina de Lechuza. En aquella ocasión puse en práctica la masa de harina de maíz, y hace dos fines de semana, para celebrar mi cumpleaños, le tocó el turno a la de trigo. 
El día que estuve en el taller en casa de Pilar preparamos dos empanadas, una de harina de maíz y zamburiñas y otra de masa de trigo y raxo (lomo) de cerdo. Puedo deciros que en el proceso de cata del taller me apasionaron las dos empanadas, pero me sorprendió incluso más la de carne, porque las empanadas de carne no solían llamarme y aquella estaba particularmente buena. Así que quise animarme por mi cumpleaños (mi hermana Bego me animó bastante también) y puse en práctica esta masa. He de deciros que la terminología me jugó una mala (¿buena?) pasada. Porque claro, yo lo que quería era preparar una empanada de raxo de cerdo, como la de Pilar, y los que no sois gallegos diréis ¿qué es eso del raxo de cerdo? Tan sencillo como el lomo de cerdo, pero fresco, sin adobar. Pero por favor, si estáis en Galicia y queréis comprarlo mucho ojo con pedir «raxo» de cerdo, porque en donde yo vivo, le llaman raxo al solomillo, y yo acabé preparando una empanada para marqueses (que no era para menos por otro lado) pero mi madre volvió de la compra echando pestes……
«Laura, ¿qué es el raxo de cerdo?»
«El lomo….. ¿por? ¿qué me trajiste?»
«Solomillo de cerdo!!! que es lo que me dijo el carnicero….. ya me parecía a mi…. ya puede estar buena tu empanada……»
Risas……….
Y sí, estaba buena….. No, estaba increiblemente buena. Mi padre me dijo una cosa que se me grabó a fuego: «Hija, has heredado las manos de tu abuela paterna para las empanadas…..» Igual no lo sabéis pero menudo piropo.
Por cierto que si queréis ver las recetas de las masas de Pilar, pinchad aquí. Si queréis ver su receta de empanada de cerdo pinchad aquí.
Y os dejo una lista de las otras recetas de empanada que tengo publicadas:

 Ingredientes para la masa(tamaño bandeja de horno):

  • 1/2 kg. de harina (seguramente os hará falta un poco más para que no se os pegue a las manos).
  • 200 ml. de agua tibia.
  • 150 ml. de aceite de freír el relleno.
  • 25 grs. de levadura fresca de panadería.
  • 1 cucharadita de sal.

Ingredientes para el relleno:

  • 1/2 kg. de solomillo de cerdo.
  • 2 cebollas grandes.
  • aceite de oliva suave.
  • una cucharadita de pimentón dulce.
  • sal.

Empezaremos preparando el relleno, ya que necesitamos parte del aceite del rustrido para la masa.
Limpiamos y cortamos los filetes de cerdo (si habéis comprado lomo el lomo y si habéis decidido hacerla de marqueses, como la mía, el solomillo). Los cortamos en trozos, no demasiado pequeños. Yo como filetee yo el solomillo y lo corté muy fino los dejé grandotes.

Pelamos la cebolla y la cortamos en trozos pequeños.
Ponemos en una tartera un tazón de aceite de oliva a fuego medio-alto (7 de 9 en mi vitro) y cuando esté caliente echamos la cebolla. Salamos ligeramente la cebolla.

Cuando esté transparente y antes de que empiece a coger color añadimos la carne y damos vueltas durante un par de minutos. Lo justo para que la carne coja un poco de color pero que no se haga (aún tendrá que estar un tiempo en el horno).

Apartamos del fuego y añadimos el pimentón. Mezclamos bien y dejamos enfriar.

Para la masa. Haremos un volcán con la harina y en el medio pondremos el agua tibia con la levadura desleída. La sal la echamos sobre la harina lo más alejada posible del agua con levadura (la levadura y la sal no se llevan nada bien, así que hay que ponerlas separadas).

En el centro del volcán añadimos también los 150 ml. de aceite del rustrido de carne y empezamos a mezclar con un tenedor.

Cuando tengamos mezclada toda la harina del volcán ponemos una poca más sobre la encimera y trabajamos la masa hasta obtener una masa elástica pero que no se pegue a las manos.

En este punto la ponemos en un bol enharinado y la dejamos reposar en un sitio cálido y tapada con paños aproximadamente una hora.

Pasado este tiempo habrá doblado su volumen, ya la tenemos lista para hacer la empanada.

Precalentamos el horno a 200º (yo le puse el aire).
Desgasificamos la masa amasándola otro poco y la dividimos en dos partes, una mitad ligeramente más grande que la otra.

Estiramos la mitad más grande y la ponemos sobre una bandeja de horno engrasada con aceite.

Con una espumadera ponemos el relleno por encima de la masa.

Estiramos la otra mitad de la masa y cubrimos el relleno.

Le hacemos los bordes a la empanada girando el borde de abajo sobre el de arriba y repasando con un tenedor. Le hacemos un agujero en el medio para que la empanada respire y pinchamos la tapa con un tenedor.

La pintamos con aceite del relleno (o con huevo si lo preferís).
Horneamos unos 45 minutos o el tiempo que necesite hasta que esté dorada a 200º en el medio del horno.
Sacamos y dejamos templar.

¡¡¡Lista para comer!!!

Os puedo asegurar que esta empanada queda realmente jugosa y nada pesada, a pesar de lo que pueda parecer. En casa nos encantó a todos.
Me despido ya hoy, no sin antes mandarle un besazo enorme a mi «profe» Pilar. ¿Para cuando una clase particular con un vino de por medio?
Y a los demás ya sabéis, sed buenos (o no). Felicidades a todos los padres y…… Tito al moro!!!

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