¿Os acordáis de este post en el que os hablaba de Mercado Artrana? Para los que no lo recordéis o no me vistaseis por aquella época os diré que Mercado Artrana es una tienda online de productos de alimentación elaborados artesanalmente. Yo tuve el placer de conocerla antes incluso de que se pusiese en marcha, ya que el gerente, Marcos, es amigo mío. Durante este tiempo he podido probar muchísimos de sus productos y he de decir que, amistad al margen, nunca me he visto defraudada. Hay una serie de cosas que se han convertido en habituales cada vez que hago un pedido, y luego voy probando distintas cosas según van aumentando su gama de productos. Además tuve el placer de poder organizar un sorteo, hace un año, patrocinado por Mercado Artrana y en colaboración con Carlos y Lola, mis amigos de Mercado Calabajío, en el que os proponíamos que nos hablaseis de aquello que en vuestras casas nunca podía faltar en navidad, y de el sabor/olor que más os rememoraba a las navidades de vuestra infancia. La verdad guardo muy buenos recuerdos del sorteo, con vuestros comentarios y recuerdos yo misma me trasladé a las navidades de mi infancia….
El caso es que justo antes de verano, Mercado Artrana incorporó a su catálogo una serie de harinas que, a mi como aprendiz de panadera me llamaron la atención al momento. Por supuesto hice un pedido de varias de las harinas y, durante este tiempo he estado probándolas.
Me ha pasado como con el resto de sus productos, me he llevado una sorpresa gratísima. Os iré hablando de ellas poco a poco, pero hoy empiezo con la que menos me llamaba la atención en su momento y la que más gratamente me ha sorprendido: la harina de malta enzimática.
He de deciros que ha sido mi hermana la que ha dado con la fórmula perfecta para este pan, después de muchas pruebas fallidas, y es que la harina de malta es muy especial, y sólo puede ser usada en muy pequeñas cantidades. A continuación os pongo un poco de información sobre esta harina, que he sacado de las páginas de Maltexco y Moreto.

La harina de malta es un producto 100% natural, elaborado a partir de cebada malteada seleccionada y acondicionada. Posee un alto contenido en enzimas naturales alfa y beta amilasa. Añadida en pequeñas proporciones mejora el gusto, aroma y textura del pan, alarga su conservación, aumenta su volumen y oscurece su corteza.
Sus  principales propiedades son:
– Mejora el desempeño de las levaduras.
– Se obtiene una corteza más dorada y crujiente.
– Mejora la textura y sabor del pan.
– Mejora las propiedades mecánicas de la masa.
– Ayuda a la rápida absorción de agua en la masa.
– Alarga la conservación del pan.

Y dicho esto confirmaros que, efectivamente la harina de malta le aporta al pan una textura y, sobre todo, un sabor exquisitos, que han hecho que en mi casa desbanque a todos los panes preparados hasta ahora y se haya situado como el favorito.
Animaos a probarla, os aseguro que mejora los panes considerablemente.
Vamos con la receta:

Ingredientes:
– 600 grs. de harina de fuerza.
– 50 grs. de harina de malta enzimática (nunca excedáis de esta proporción).
– 300 ml. de agua templada.
– 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
– 1 cucharadita (de las de postre) de sal.
– 1 sobre de levadura de panadería iofilizada.
Ponemos en la cubeta primero el agua y el aceite, a continación la harina de fuerza, la harina de malta, la sal y la levadura. Ponemos la panificadora en el programa de «Pan rápido», en mi máquina tarda 2 horas y 10 minutos (ya los vi más rápidos pero bueno).
Cuando termine el programa sacamos el pan de la cubeta y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Este pan está delicioso, tanto para comer en las comidas fresco, como para las tostadas del desayuno.

Mi más sincera enhorabuena a Mercado Artrana, por apostar por las harinas para panes caseros y a vosotros deciros que probéis la harina de malta….. de verdad que es impresionante el sabor que le aporta al pan. Ya me contaréis.
Tito al moro!!!

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