Ya ha llegado la época de las mermeladas… Empieza a haber fruta baratita y mi madre se pone manos a la obra. La que hizo el año pasado nos duró hasta este año…. Desayunar siempre con mermelada casera es un auténtico lujo.

No he podido hacer fotos paso a paso porque no tuve cámara hasta hoy, pero como seguiremos haciendola este verano subiré descripciones más detalladas. Por ahora podeis ver el resultado final (como veis ya queda poquito del primer bote de la merme).

Mi madre hace todas las mermeladas siguiendo las recetas del libro: «El libro de las mermeladas, confituras, jaleas y licores» de Lourdes March.

Ahí vamos:

Ingredientes:

– 3 kilos de melocotones.
– 1 y 1/4 kilos de azúcar.
– 3 cucharadas soperas de zumo de limón.

Preparación:

Se pelan los melocotones y se trocean. Se deshuesan y se ponen en una olla grande (de esas que no se pegan) a capas alternando capa de melocotón con capa de azúcar (la última capa debe ser de azúcar).
Una vez se ha puesto en la olla la última capa de azúcar se rocía con el zumo de limón, se le pone la tapa a la olla y se deja macerando 12 horas.
Pasado este tiempo se pone la olla a fuego lento removiendo para que se disuelva bien el azúcar. Se cuece de 30 a 45 minutos.
Se saca la olla del fuego y se tritura la mermelada.
Se vuelve a poner al fuego y se cuece 15 minutos más.
Se retira y se envasa en caliente.

Vamos con las notas adicionales:

– El limón: el limón es importantisimo en estas mermeladas, pero ojo con pasaros en las recetas de cualquiera de las mermeladas, porque nosotras el año pasado en una de ciruela pusimos zumito alegremente y luego la mermelada sabía más a limón que a ciruela. No es que esté mala… pero no se trata de eso.

– Triturar la mermelada: Aquí viene la elección al gusto. Se puede coger la batidora normal y corriente y acabar de triturar en 0.2 o utilizar el chino y tardar bastante más. Eso depende de como os guste a vosotros la textura de la mermelada. Si os gusta que esté más densa y con algun que otro tropezón, la pasais por el chino. Si os da igual como es mi caso: la batidora.

Normas de envasado al vacío: En mi caso envasamos al vacío de la siguiente manera y las mermeladas nos duran perfectamente:
Antes de ponerte a hacer la mermelada debes escoger los botes de cristal que vas a utilizar y lavarlos bien (nosotros los metemos en el lavavajillas). Una vez la mermelada se retira del fuego se pasa a los botes en caliente (cuando la vayais a meter en los botes poned una cucharilla dentro del tarro para evitaros sustos… y cuidado de no quemaros). Una vez se ha terminado de llenar el bote (no lo lleneis a tope!!!) se cierra bien y se le da la vuelta. Esto de darles la vuelta os parecerá raro pero tiene su explicación: Muchas veces el vapor que se forma entre la mermelada y la tapa acaba convirtiendose en un incomodo moho que nos la puede estropear.
Una vez hayais llenado todos los botes y les hayais dado la vuelta los dejais enfriar.
Cuando ya estén completamente frios podeis volver a darle la vuelta y ponerlos bien. Calentais una olla grande donde os quepan todos los tarros (si habeis hecho mucha mermelada tendreis que hacerlo en tandas) con más o menos 4 dedos de agua y teneis que hervir los botes al baño maría de 15 a 20 minutos. Así es como se hace el vacío.
Esperais a que se enfrien y ya podeis etiquetar y guardar.

– Última recomendación pero la más importante!!!: Ojito con poneros a regalar mermelada alegremente que luego os pasa lo que a mi madre…. Que baja a la despensa y vuelve asustada: Ya sólo nos quedan dos botes de la mermelada de melocotón!!! 😉
Una vez la mermelada enfrio se pone en los botes

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