Y digo yo: ¿Porqué les llamaré huesitos, y no huesos? Pues no sé…. me parecen más riquiños así…. como los besitos de coco.. ¿que gracia tendría comerse un beso de coco? ninguna, en cambio un besito…. ahí cambia la cosa, pues igual con los huesitos.
He de reconocer que los huesos de santo no son un dulce que me apasione demasiado… me empalagan mucho, pero me apetecía probar a hacerlos caseros. Pregunté en el twitter (benditas tecnologías, tan útiles y a la vez tan inproductivas) y Carlos, de Mercado Calabajío me recomendó esta receta de Comoju. Hace ya bastante tiempo que sigo a Cova y su estupendo blog, si no lo conocéis echadle un ojo, está lleno de recetas tradicionales de las que me encantan. Así que no lo dudé, me lie la manta a la cabeza y a hacer huesitos.
He de deciros que, me imagino que debido a la falta de costumbre, me llevó su tiempo y esfuerzo preprararlos. Sobre todo porque enrollar uno a uno lleva su tiempo (y si, como yo, sois tan tontos de hacerlo sin estar sentados acabaréis como el jorobado de Notredame….) y porque rellenarlos se convirtió en un suplicio y una auténtica guerra Laura vs Manga Pastelera….. Por si os interesa la guerra la ganó la Manga.
Eso sí… el resultado final: deliciosos. Nada que ver con los comprados. Justo mi madre había comprado 4 huesitos (sí es que al precio que están con 4 llegan) y nos dio mucho la risa la comparación. Parecen dulces totalmente distintos.
Antes de ponerme con la receta me gustaría poneros un poquito de historia de los huesos (huesitos) de santo, extraída íntegramente de la Wiki:

La elaboración de estos dulces se remonta a comienzos del siglo XVII, aunque el empleo de mazapán es de la época andalusí. Posiblemente su origen se encuentre en Madrid (aparecen citados ya en el Arte de cocina de Francisco Martínez Montiño, de 1611). Se elaboran principalmente para la celebración del día de Todos los Santos y Difuntos, coincidiendo con la recolección de la almendra.
Son típicos de la zona de Castilla y León, aunque no obstante actualmente están muy difundidos por toda la geografía española. En otras regiones se incorporan dulces propios similares como pueden ser los huesos de San Expedito (sur de España) y los panellets (zona de Cataluña).

Vamos entonces con la receta:
Ingredientes del mazapán (unos 20 huesitos):
– 150 gr. de almendra natural molida
– 100 gr. de azúcar glass
– ½ cucharadita de vainilla
– 1 cucharadita de ralladura de limón
– ½ clara
Relleno:
– 3 yemas
– 6 cucharadas de azúcar glass
– 3 cucharadas de Coñac (se pueden sustituír por agua, yo fue lo que hice).

En un bol ponemos todos los ingredientes del mazapán y amasamos con las puntas de los dedos. Calma que en un primer momento parece que aquello va a ligar menos que yo….. Pero persistid hasta que consigais una bola bastante manejable.

 Ahora espolvoreamos la superficie de trabajo con azúcar glas (recordad, preferiblemente una superficie de trabajo donde podais sentaros con calma) y con ayuda de un rodillo estiramos la masa.
   
   
Con la ayuda de un cuchillo hacemos cuadrados de 5 x 5 cm. Yo corté una tira y fui cortando los rectangulos del tamaño que necesitaba para rodear el boli. ¿El boli???? ¿Que boli???? Pues el que usaréis ahora como molde para los huesitos…. Un lápiz habría estado mucho mejor, pero me quedaban todos en el piso de arriba y estaba demasiado enfrascada en el mazapán para poder sacar las manos de la masa así que el boli de NH Hoteles hizo los honores.

 Enrollais el mazapán alrededor del boli y unis los extremos del huesito con los dedos.

 Cuando terminéis sacáis el huesito cuidadosamente del boli (¿hará falta que os diga que no lo saquéis por la parte de arriba, la de la solapilla……?) y los vais dejando en una fuente.

 El mazapán de los huesitos tiene que secar, así que debéis dejarlo unas dos horas como mínimo. Yo los hice por la noche (miento, la tarde+noche, si es que entiendo que los cobren caros..).
Vamos con el rellenos. Ponemos los ingredientes en un bol y batimos ligeramente (Cova no ponía esto de batirlos antes, pero a mi como me pareció que la receta no me estaba llevando casi tiempo le metí un paso extra).

 Lo ponéis en un cazo a fuego medio (6 de 9) sin parar de remover (yo me ayudé de unas varillas de silicona, regalo de mi amiga Su… en realidad era un regalo para los sobris pero la tía rapiña se lo quedó que le venía estupendo… jejejeje). Removéis hasta que cuaje la yema.
   
Dejamos templar.
Cuando ya esté fría metemos en una manga pastelera (espero que la vuestra esté mejor educada que la mía) o bolsita de plástico (valen las de los congelados) a la que le cortaréis la punta y procedéis a rellenar los huesitos.
Yo decoré con azúcar glas, creo que hay quien decora con glasa hecha con azúcar glas y limón pero yo ya no podía con mi alma……
Os repito que, si os gustan los huesitos, esta receta os va a encantar. Salen finísimos (de finos-chupiguay no de finos estrechos… eso dependerá de vosotros) y con un sabor buenísimo.
Mil gracias a Cova por su receta, es la primera de muchas de ella que tengo pendientes.
Y al resto, espero que hayáis pasado un buen puente aquellos que, como yo lo hayáis tenido y a los que no… pues que tengo suerte de no tener un botón de NO ME GUSTA  puesto en el blog 😉
Buena semana a todos y….. Tito al moro!!!

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