Galletas de fresas con nata

Bueno tengo que confesaros que he puesto a un lado este fin de semana la dieta de Enero para dar paso a estas galletas que tenía fichadas desde hace bastante tiempo.

Ya las había visto en algún otro blog y me habían llamado mucho la atención, pero cuando hace unas semanas, mi paisana MªJosé, de Un Cachiño Doce, las publicó y nos informó en la propia receta de que las fresas se podían conseguir en los supermercados Gadis facilmente se me grabó el tema en la memoria. Así que cuando estaba ultimando las compras navideñas entré un día en Gadis para conseguir unas cositas que me faltaban para el menú de fin de año y de repente pasé al lade del estante donde estaban bien colocaditas las fresas deshidratadas.

Frené en seco, y menuda cara de tonta se me debió de poner, del tipo Ahhhhhhhhhh-las-fresas-de-las-galletas. Rapidamente subí dos paquetes a la cesta y me marché tan contenta. Claro que todo el trajín navideño me hizo aparcarlas en la despensa.

Pero este fin de semana, aprovechando que estaban mi hermana y mi cuñado en casa me puse manos a la obra. Seguí fielmente la receta de MªJosé y no tuve ningún problema, que no es extraño ya que todas sus recetas están estupendamente explicadas. Os animos a todos los que leais esto que os paseis por su blog y le echeis un ojo a las pedazo recetas que tiene, yo tengo muchas pendientes, pero la dieta….. ay la dieta.

Respecto a las galletas deciros que están buenísimas, MªJosé comenta en su receta que le ha parecido que tenían un poco de azúcar de más. Coincido con ella, aunque yo, en vez de solucionarlo suprimiendo el azúcar como ella sugiere creo que pondría solo la mitad de las fresas. Para mi es lo que las hace un pelín pesadas, pero vamos eso al gusto de según quien. Animaros a hacerlas para una reunión con amigos…… Sorprendereis seguro!!!

Al tema!!

Ingredientes (16 – 18 galletas hermosas):

250 grs. de mantequilla.
260 grs. de harina especial repostería.
240 grs. de fresas deshidratadas.
70 grs. de azúcar glas.
100 grs. de chocolate blanco.
una cucharada de nata.
1/4 cucharadita de sal.
una cucharadita de aroma de vainilla.

Preparación:

Se pone en un bol la mantequilla que debe de estar a temperatura ambiente (si la teneis en la nevera sacadla un par de horas antes de empezar a hacer las galletas) junto con el azúcar glas. Se bate, bien a mano o bien con la batidora de varillas a velocidad baja hasta que estén los dos ingredientes bien integrados.
Se va incorporando la harina poco a poco, tamizándola, mientras seguimos batiendo.
Se añade la sal, la cucharada de nata y el aroma de vainilla y se bate hasta obtener una mezcla homogénea.
Se parten las fresas en trocitos. El chocolate blanco si se tiene en gotas estupendo, sino (como fue mi caso) se parte en trocitos. Se añaden a la mezcla y se remueve con una espátula.
Extendemos la masa obtenida (muy pegajosa y dificl de manejar) sobre una bandeja cubierta a su vez con papel de horno. Ponemos otro papel de horno y estiramos pasando el rodillo por encima hasta dejar la masa de unos 2 cm. de grosor aproximadamente (al hornearlas se expanden).
Metemos la plancha de masa así al frigo unas 2 horas aproximadamente para poder manejarla.
Precalentamos el horno a 160º.
Sacamos la masa del frigo, le sacamos el papel que tiene por encima y con un cortapastas redondito hacemos las galletas. Debeis hacer las galletas rápido porque conforme se calienta la masa con la temperatura ambiente se vuelve más complicado manejarlas.
Según se van formando las galletas se pasan a una fuente de horno cubierta de papel vegetal, dejad espacio entre ellas porque en el horno se expanden.
Los restos de masa los volvemos a unir con las manos y volvemos a pasar el cortapastas. Con los restos finales hice dos bolas y las aplasté directamente sobre la fuente del horno, así conseguí dos galletas más aprovechando hasta la última gota.
Se baja el horno a 150º y se hornean las galletas entre 30 y 45 minutos hasta que se doren los bordes (yo las tuve 40 minutos).
Cuando estén las dejamos reposar en el horno apagado con la puerta entreabierta 5 minutos y luego las sacamos y las dejamos enfriar. Es importante que mientras estén calientes no las movamos…. son muy frágiles y se romperían.
Una vez frías se pasan a una lata o a vuestro recipiente favorito.