¿Sabéis los bizcochos esos alargados de una marca muy conocida de cuyo nombre no quiero acordarme? ¿no??? No me extraña… explicándome tan mal…… Y si os digo esos que pueden estar rellenos de kiwi…. Ahh, ya está ¿verdad?
El caso es que M es muy fan de esos bizcochos, y me preguntó que a ver cuando le hacía uno… y yo curiosamente había visto una receta de ese estilo en la página de The Joy of Baking. Era un plumcake marmolado de vainilla y chocolate que me llamaba a gritos.
Decidí prepararlo tal cual la receta original, sin coberturas de chocolate añadidas, por aquello de que no empalagase demasiado.
La verdad es que el resultado, que nada tiene que ver con los susodichos famosos cakes, está muy bueno, si bien me pareció que la mitad choco estaba un poco densa de más…. La próxima vez probaré con algo menos de chocolate.

Pero vamos, que si os quedan dudas, el bizcocho pasó con creces el control de calidad 🙂
Os recomiendo que le echéis un ojo a la página de The Joy of Baking, es de una americana que se dedica a hacer video recetas de repostería. A mi me la recomendó mi amiga María José, de Pasen y Degusten, y la verdad es que fue todo un hallazgo, tiene un montón de buenas recetas. Además, pese a estar en inglés, se le entiende estupendamente bien, y cuando da las ingredientes los da tanto en oz como en gramos, lo cual para los europeos es todo un punto positivo. Echadle un ojo ya veréis como os gusta…. pero no os viciéis, que os veo venir… como si me hubiese pasado a mi vamos…..
Os dejo con la receta.

Ingredientes:

  • 115 grs. de chocolate para fundir (yo usé valor negro sin azúcar, pero por logística).
  • 2 cucharadas de agua o de café (líquido claro, yo usé agua)
  • 195 grs. de harina floja de repostería.
  • 15 grs. de levadura en polvo.
  • una pizca de sal.
  • 113 grs. de mantequilla punto pomada (es decir a temperatura ambiente, ya sabéis, la sacamos una hora antes de utilizarla de la nevera).
  • 200 grs. de azúcar.
  • 2 huevos L.
  • una cucharadita de extracto de vainilla.
  • 125 grs. de yogur.
Lo primero será poner el horno a precalentar a 180º.
En un bol que pueda ir al micro, o en un cazo, ponemos a derretir el chocolate con el agua o el café, solo hasta que se derrita. Dejamos atemperar. 

En un bol la mantequilla con el azúcar y batir hasta que se integren bien (si tenéis batidora eléctrica dejadla bien 3 minutitos).
Añadimos el extracto de vainilla, la sal y los huevos uno a uno, no echando el segundo hasta que el primero no se haya integrado por completo.
Vamos añadiendo la harina en 3, alternando con el yogur, y batimos hasta que la masa lo absorba. No hay necesidad de insistir en batir demasiado… Simplemente hasta que los ingredientes se integren.

Separamos un poco menos de la mitad de la masa de vainilla y la juntamos con el chocolate derretido. Mezclamos bien con la espátula.

Untamos con mantequilla y harina el molde alargado donde vayamos a hacer el bizcocho y con dos cucharitas de postre vamos alternando masa de vainilla y masa de chocolate. Hasta terminarlas.

Luego con un palillo hacemos los surcos que queramos (a más surcos más efecto marmol).

Por último horneamos a 180º entre 50 minutos y una hora, hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo este salga seco.
Dejamos entibiar y desmoldamos. Yo como lo preparé en un molde de papel lo dejé enfriar completamente en el propio molde.
Et voilà…. Ya tenemos el cake para una merienda, un desayuno, o para llevar un trocito a trabajar, que no veáis como le da a uno la vida 😉
Sed buenos lechones y que tengáis muy buena semana….. Y ya sabéis… Tito al moro!!

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