Ya sabéis lo que me va a mi lo de salir de fin de semana y hacer ruta gastronómica…. Bueno pues os diré que el tema me viene de familia. Para que os hagáis una idea, una vez salimos todos de vinos y acabamos en la Ribera del Duero….
Pues allá por primavera (sí, estoy super al día…) hicimos un viajecillo de esos de salir a tomar unos chatos a la zona del Ribeiro, a la provincia de Ourense. Nos alojamos en Casal de Armán, Bodega y Hotel de turismo rural y la verdad es que fue una experiencia que os recomiendo a todos.
Las habitaciones están muy limpias y son muy acogedoras, los desayunos, con zumo, café, bizcocho casero (este mismo que véis), tostadas, etc. La cocina para comer y cenar muy interesante y bodega propia con vinos sencillamente deliciosos…. Realmente os lo recomiendo si os apetece visitar la zona y aprender un poco sobre el Ribeiro…

El caso es que me llamó un montón la atención el bizcocho casero que todas las mañanas ponen con el desayuno y me interesé por él. Me comentaron que lo hacía siempre una de sus cocineras, María, y que en una ocasión una bloguera se había interesado por él, le habían dado la receta y lo había publicado. Jejejeje … es que los bloguers de cocina somos una especie un tanto rara y por lo que se ve, cortada por el mismo patrón. Por supuesto pregunté quien era la bloguera, que no es otra que la encantadora Rosa Ardá, de Velocidad Cuchara, a la que yo además tengo el placer de conocer personalmente.
Así que busqué la receta en su blog y me puse al lío, tenéis su receta pinchando aquí.
Como curiosidades y/o observaciones os comentaré que el bizcocho se mete con horno frío… ¿Horno frío? ¿Seguro??? Sí, fue una de las cosas que me llamó a mi la atención. Y por otro lado deciros que como la mezcla del bizcocho, antes de entrar en el horno, es bastante líquida y ligera, el bollo crece al calor como si no hubiera un mañana, así que os recomiendo dos cosas: que lo preparéis en un molde hermoso, y que pongáis ese molde encima de una bandeja de horno, por si aún así rebosa… Mi primer intento de este bizcocho acabó con una intensa y odiadísima limpieza de horno, de esas que no os recomiendo
.
No me enrollo más y os dejo con la receta… oye.. y a ver cuando nos vamos de vinos….

Ingredientes (yo hice la mitad de esta receta):

  • 6 huevos medianos
  • 3 yogures naturales de 125 gr cada uno
  • 6 medidas de vaso de yogurt en azúcar
  • 1 medida de vaso de yogurt de aceite virgen extra “arberquina” o un girasol
  • 1 medida de vaso de yogurt de nata para cocinar
  • 6 medidas de vaso de yogurt de harina
  • 2 sobres de levadura

Lo primero será batir los huevos con con el yogur y el azúcar.

A continuación iremos agregando poco a poco la nata y después el aceite.

Terminamos la mezcla añadiendo poco a poco la harina con la levadura.

Preparamos un molde con mantequilla y harina y vertemos en él la mezcla.

Lo metemos en el horno frío y lo encendemos a 150º. La receta de Rosa dice que calor arriba y abajo, yo no me entiendo con esa función así que la vez que lo hice bien lo puse en ventilador y fue perfectamente.
Lo tendremos unos 45-50 minutos hasta que al pincharlo con un palillo éste salga seco.

Como véis el molde de la foto de «antes del horno» no es el mismo que el de rosca, porque mi primer intento fue en ese de plum cake que se quedó corto para lo que subió el bizcocho. La segunda vez lo intenté en este de rosca más grande y con el mismo procedimiento y salió así de mono 😉
Dejamos enfriar y desmoldamos.

Y a desayunar como en Casal de Armán, claro que sin las vistas de los viñedos de Ribeiro…. ains que morriña!!
Sed bueno lechones, y ya sabéis…. Tito al moro!!

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